
“El fideicomiso mantiene la solidez de su estructura financiera, con un apalancamiento bajo y liquidez fuerte, así como en la diversificación de ingresos. Su modelo de negocio le brinda flexibilidad para enfrentar el entorno operativo desafiante por la pandemia y le permite mantener su calidad crediticia”, argumentó la calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings.